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Sección de la Biblioteca Popular "Bartolomé J. Ronco"

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Personajes de nuestro Azul. Segunda y última parte.

Por Mabel Benavidez de Alvar Diaz

Concluye de esta manera el trabajo de investigación de la docente de la Universidad Nacional de San Juan, Mabel Benavídez de Albar Díaz, quien es nieta de uno de los protagonistas nodales de la historia de nuestra Sociedad Filantrópica Italiana. Con este texto, la Biblioteca Popular Bartolomé J. Ronco adhiere a la celebración de los 140 años de aquella institución.

 Don César Pelle Bogliolo se insertó de tal manera en las pampas bonaerenses, y especialmente en Azul, que tomó a muchos de sus integrantes como objeto de sus estudios y expresiones artísticas. No le cantaba en sus poemas solamente a los lugares de su tierra natal allá en Alassio, Italia, que nunca más pudo volver a ver, sino también a la tierra, al paisaje, a la lluvia, a los pájaros, al "dulce musitar del Callvú querido" y a la "ciudad libremente elegida un día para nuestra residencia y cuna de nuestros hijos" (C. Pelle, 1935). Su hijo Vicente lo recordaba como "un hombre honesto, trabajador, poeta... que andaba con la cuchara de albañil y la pluma de escribir." En esa conjunción de la lírica y la observación de las aves locales, en 1923 César Pelle le cantó desde Azul al churrinche, vistoso pájaro regional:

EL CHURRINCHE
Cuando me siento al lado del camino,
Y mi vista deleito en la pradera;
O que sus flores luzca en primavera,
O mustia, si el invierno es ya vecino.

Cuando fúlgida llama que, al divino
Rayo del sol, arrebatada fuera,
El Churrinche sentado en la tranquera
Sacude su plumaje purpurino.

Cuando travieso y rápido levanta,
Como tirado a plomo, al aire el vuelo,
A un proyectil de fuego se parece;

O cuando occiduo el sol desaparece,
Firme, cual broche, en el azul del cielo,
Como llorando el día que muere, canta.

Es evidente el deleite que expresa por "la tierra elegida" por él, donde se apropia de su sol, de su lluvia, de su tranquera y hasta de sus pequeños pájaros.
También en esa época, y a decir de sus hijos, se transformó en un hábil taxidermista, o "naturalista-preparador", como él se nombraba humildemente, un verdadero arte de reconstruir animales. Amanda conservaba uno de los libros que él usaba para aprender estos menesteres "Il Naturalista Preparatore. Imbalsamatore - Tassidermista" de Dott. R. Gestro, Milano, 1915, que tiene todas las marcas y anotaciones que él le hacía al texto, para poder facilitar su tarea. Vicente Pelle, su hijo varón mayor, recordaba en una carta de 1994 dirigida a su hermana Amanda de San Juan:

"Los pájaros que embalsamaba papá y lo lindo que los presentaba, creo que todavía deben estar expuestos en algún museo; también recuerdo de su exposición de maderas regionales de la zona del Azul que armamos en el sótano de la Biblioteca de Azul. ¿Te acordás de la feta del pino del jardín de Mastiere que cortó? En realidad hemos tenido un flor de padre, no?".

Seguramente el museo al que se refiere es el actual Museo Etnográfico de Azul, donde tal vez su cuñado Vicente Porro ingresó luego las piezas provenientes de la Biblioteca Popular. Relacionado con esto de los pájaros, Vicente también recordaba -en otra carta a su hermana Amanda en 1984- que su padre aprendió a capar pollos con su cuñado Porro, en un intento por conseguir un rápido crecimiento, pero que, lamentablemente, con esa prueba se les murieron varios ejemplares. 
A la misma década de 1920 corresponden los recuerdos de la llegada de la radio y todos los entrevistados todavía "creen" verlo a don César para las fiestas patrias argentinas: al oír el Himno Nacional hacía poner de pié a toda la familia. Él, que había vuelto a Italia para hacer el servicio militar y que había cantado el Himno argentino al ver las naves en el Mediterráneo, también se cuadraba al cantar su canción de adopción enseñando a los hijos con el ejemplo.
En 1997, hojeando libros de don César, en italiano, francés y castellano, su hija Amanda advertía que lo que ella tenía en sus manos, también era obra de su padre:

-"Fijate, todos estos libros están encuadernados por papá, era otra de las cosas que hacía: usar mucho los libros y conservarlos; era muy habilidoso con las manos, igual que con lo de embalsamar pájaros. Te podés dar cuenta de que es encuadernado por él por las letras que les ponía en el lomo de cuero o de tela, y en este diccionario ha usado el revés de un papel de los que usaba en su empresa constructora para pegar la tapa del libro... de ahí nos viene eso de no tirar nada que tenemos los de antes!".

La entrevistada se refería al diccionario italiano "Lingua Italiana", encuadernado en cuero. Es posible leer lo que se transparenta hacia el revés del papel que usó para pegar las tapas al libro: "César Pelle - Empresa de Obras de Albañilería - Belgrano 968 -Presenta Planos y Presupuesto."
También a partir de una caja forrada en terciopelo con compases y otros elementos de geometría, muy desgastados por el uso que le dio César, Amanda movilizó el recuerdo y refrescó las bonitas construcciones que su padre hacía. En 1925 construyó en el cementerio de Azul, una bóveda -o mausoleo- para la familia de Nemecio Zabalza; todos sus hijos recuerdan que para completar su embellecimiento César hizo traer de Italia un bello ángel con las alas levantadas, tallado en mármol de Carrara. Los recuerdos coinciden con la foto y con la plaquita que aún hoy está en esa bóveda donde dice "César Pelle -Constructor". Observamos que construye una sepultura -una vivienda para la eternidad- una permanencia en Azul y la corona con un ángel de la piedra y del arte italianos.

Rememorando esos años, pero ya en otro orden de actividades e inquietudes, Amanda Pelle también relataba respecto a su padre:

"Mi papá se afilió al radicalismo y en 1925 le ayudó a tío Vicente (Porro) para cuando lo eligieron concejal; él no era político, pero lo hacía por ser tan amigos y también porque tenían las mismas ideas de prosperidad y progreso... eran irigoyenistas."

La informante se refiere a los seguidores de Hipólito Yrigoyen, presidente de Argentina en los períodos 1916-1922 y 1928-1930. 

Partida a Buenos Aires

Llegando a 1927, la crisis económica que azotó a muchos lugares del globo, también llegó a la provincia de Buenos Aires, hasta que se hizo sentir en la numerosa familia de César. Su trabajo de constructor no andaba bien y decidió entonces mudarse a la capital del país, donde los hijos mayores podrían estudiar o empezar a trabajar para ayudarle. Vendió la antigua casa de la calle Belgrano que había construido con su pequeña empresa y también se deshizo de gran parte del mobiliario. El buen nombre del que gozaba como técnico, posibilitó que su gran amigo, el Dr. Hipólito Pouyssegur, consiguiera para César un cargo de sobrestante en el Ministerio de Obras Públicas y que desempeñó en la construcción y mantenimiento de los caminos de la provincia de Buenos Aires durante varios años. Armaba una prolija carpa -que a partir de una antigua foto marrón describieron sus hijos- y, después de trabajar, preparaba algún sustancioso "minestrone", cuya receta su hija Isabel repetía según César le enseñó, o también se daba tiempo para escribir sus contribuciones a algún diario de la zona o cartas a su familia, donde hablaba de su "movediza morada de gitano [...] a la vera de estos caminos alternativamente fangosos o polvorientos" recordando "el dulce musitar del Callvú querido."
Ya radicada la familia en la capital del país, los hijos mayores efectivamente empezaron a trabajar en distintos rubros para aportar a su mantenimiento y el del hogar, mientras que dos de las hijas, Amanda y Yolanda, estudiaron la carrera de Maestra Normal Nacional. 
Para esa época, Argentina tenía un sistema de escuelas primarias dependientes del gobierno nacional, por medio del que la educación pública y gratuita llegaba a todos los rincones del país. Como las dos jóvenes maestras no tenían muchos contactos políticos de influencia, que les facilitaran conseguir un cargo para desempeñarse en la carrera recién finalizada, sólo obtuvieron la recomendación de un sacerdote para ir a trabajar las dos juntas en una escuela rural en la lejana provincia de San Juan, algo más de 1200 kilómetros en tren desde su hogar parental. Tan lejano y desconocido para ellas era el lugar donde habrían de trabajar -Villa Santa Rosa en el Departamento 25 de Mayo-, que debieron conseguir un detallado mapa del país para poder localizar el pequeño pueblo donde iniciaron sus tareas como maestras a partir de 1935. En ese caso, seguramente ellas recordaban cómo su padre se adaptaba a los lugares solitarios donde trabajaba en los últimos años, a la vera de caminos provincianos bonaerenses, o en qué forma él se había llegado a integrar como inmigrante, cuando con dieciséis años llegó a Argentina acompañando a su hermana recién casada con la que se radicó en el pequeño pueblo de Azul.
Yolanda y Amanda formaron familia en la misma zona donde trabajaban en la provincia de San Juan y varios años después también llegó al lugar el hermano Edmundo, quien las imitó radicándose definitivamente en esa zona rural vitivinícola del oeste argentino. La triste noticia llegó en el verano de 1938, cuando César Pelle falleció repentinamente, sin haber vuelto a su Génova natal nunca más desde que se casó y tuvo esposa e hijos argentinos a partir de los inicios del siglo XX. 
Con el tiempo, ya en la década de 1950 Yolanda y Amanda se mudaron a la ciudad capital sanjuanina. Yolanda tuvo diez hijos y Amanda cuatro, para multiplicarse en amplias descendencias Orellano Pelle y Benavídez Pelle en la actualidad, con muchos de sus miembros dedicados a la docencia. En Capital Federal vive la única descendiente y nieta de César portadora del apellido, la psicóloga Margarita Pelle. 
Con el correr de los años, tal vez con el significado metafórico de un viaje hacia donde los hijos llevaron sus principios, sus modestas manifestaciones artísticas y sus descendencias, como viajando de los Apeninos a los Andes, los restos mortales de César Pelle y los de su esposa Rosa Porro fueron trasladados a San Juan para reposar definitivamente junto a donde luego también estarían sus hijos, esos que habían elegido radicarse al pie de los lejanos Andes. Recordando ese recorrido final es que su hija Yolanda dejó plasmada en 1998 su visión acerca de César:

"Hoy pienso en el destino de aquel joven italiano que fue mi padre, en los términos que Edmundo de Amicis inmortalizó su cuento "De los Apeninos a los Andes", fue el periplo que por esos misterios del destino realizó mi padre en vida y después de ella". 

Conclusión

Como intento de reconstruir un pedazo de la historia de una ciudad, en este caso Azul, en la persona de un inmigrante, el genovés César Pelle, así como de recuperar parte de su vida y de los avatares de su familia en el recorrido desde los Apeninos a Los Andes, nos hemos valido del enfoque microanalítico y hemos usado la oralidad como fuente principal para estructurar su biografía, valiéndonos de los indicios, del hilván de la memoria familiar y de relatos, al unirlos con imágenes, como fotos y dibujos, con objetos y libros, en el rescate de un valioso aspecto de su vida: la inserción y pertenencia a esas tierras que sus pensamientos y producción han mostrado. 
Para el desconocido o anónimo italiano César Pelle, -así como para tantos inmigrantes que poblaron la Argentina en toda su extensión-, su nueva tierra, ya fuera cerca del Atlántico o, sin planificarlo al pie de Los Andes, le pertenecía porque él se había incorporado a ella; le había permitido tener un lugar, pero principalmente le había permitido expresar su espíritu, realizar esfuerzos y por sobre todo formar una familia dentro de los esquemas de honestidad, trabajo, esperanza que trajo de su Italia natal, como también lo hicieron muchos otros inmigrantes europeos que se radicaron en Sudamérica, como él mismo lo enunciara con esperanza:

"…admiramos los sólidos, los puros fermentos eugenéticos que presagian para la patria de nuestros hijos, días de ventura y de gloria..."

Fuentes éditas
Benavídez de Albar Díaz, M., Oro y Plata en San Juan. Minería protagonistas y vínculos 1890-1930, EFU (Editorial Fundación Universidad Nacional de San Juan), San Juan, 2007.
Pelle, C., "Sociedad Filantrópica Italiana de Azul", Discurso de Conmemoración del Cincuentenario de su Fundación, Tipografía Asilo San Antonio, Azul, 1923.
"Desde Tres Arroyos, Un recuerdo emocionante de César Pelle al Obispo Cáneva y nuestra ciudad", Diario El Ciudadano, 24/1/1935, Tres Arroyos.
Porro, V., Catálogo General Ilustrado, Azul, Museo Etnográfico y Archivo Histórico de Azul, Azul, 1963.

Fuentes Documentales Inéditas

Comité Unión Cívica Radical de Azul, Actuación de César Pelle, Informe, 8/9/1998. 
Consolato D'Italia in La Plata, Pasaporte de Cesare Pelle, La Plata 11/7/1927.
Museo del Inmigrante, Buenos Aires, Certificado de arribo a América, Cesare Pelle, 19/04/1884. 
Museo del Inmigrante, Buenos Aires, Certificado de arribo a América, Cesare Pelle, 29/11/1897. 
Pelle de Benavídez, Amanda, Memorias Familiares, 1996.
Pelle de Orellano, Yolanda, Recuerdos de César Pelle, San Juan, 23/09/1998.
Pelle, César, Cartas a su hija Amanda, 1936 y 1937. 
Poesías de César, Compilación, ca 1923.
Pelle, Vicente, Cartas a su hermana Amanda. 24/11/1984 y 9/09/1994.
Registro Civil Pcia de Buenos Aires, Azul: Partida de Matrimonio de César Pelle y Rosa Porro, 1906.
Ripartizione Stato Civile Comune di Genova, Acta de de Nacimiento de Cesare Nicola Pelle, 6/03/1868.
Fuentes Orales. Entrevistas a: 
Pelle de Benavídez, Amanda. Hija de César, en San Juan, personales y telefónicas durante 1997, 82 años. (f. 2001).
Pelle, Edmundo. Hijo de César, en Villa Santa Rosa, Dep. 25 de Mayo, San Juan, personales y por carta, durante 1997, 84 años. (f. 2003).
Pelle de Andújar, Isabel. Hija de César, en Capital Federal, telefónicas y por carta, durante 1997, 91 años.(f. 2008). 
Pelle, Margarita. Nieta de César por su hijo Vicente, en Capital Federal, telefónicas, por cartas, correo electrónico y fax, durante 1997, 56 años.
Pelle de Orellano, Yolanda. Hija de César, en San Juan, personales, telefónicas y por cartas, durante 1997, 82 años. (f. 2003).

 

Creado: 2013-02-22 13:31:49 - Modificado: 2013-02-22 13:35:31

Comentarios

Rosa Avila - ([email protected]) dijo:

Gracias por tan Hermosa Pagina Azulenios de mi vida !! son descendiente, de las familias, Laureana,Avila, Silvano Rogue,Y Antonio D Alessandro y Felisa funes !!

2016-04-08 22:52:32

Griselda Felisa D Älessandro - ([email protected]) dijo:

Gracias totales !!! estoy orgullosa !! de aver nacido en Azul !!! gracias x compartir la Pagina !!!

2016-04-08 22:55:08

Griselda felisa DAlessandro - ([email protected]) dijo:

Soy hija de Rosa Avila y Egidio Armando D Alessandro, y nieta de Martin Abran Avila,y Felisa Funes de Avila.quisiera saber algo de mis ansestros, gracias.

2017-12-11 04:19:08

 

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